Sé que no es el post que toca, sé que hace muchos meses que no escribo, sé que tocaba revivir el parto, pero ¿qué mejor época para hablar de la lactancia materna que la Semana Mundial de la Lactancia?
Yo tenía muy claro que quería dar el pecho, será defecto profesional, que trabajando donde trabajo, no hago más que oir de las bondades de la lactancia… o será tener a mi mejor amiga, con lactancia prolongada, viendo como los inicios fueron duros y consiguió sacarla adelante…. La cuestión es que tenía claro que quería dar el pecho.
No os engañéis, a las futuras mamás, no le tengáis miedo al parto! Tenedle miedo a la lactancia!!! Y no será porqué sea complicada o porqué lo hagáis mal… No!!! El problema, en el 99% de los casos, es la falta de apoyo en los hospitales y ambulatorios, y el desconocimiento de muchos pediatras y enfermeras!
Quien me conoce sabe que soy una persona muy constante, por no decir cabezona, pero cuando me propongo una cosa no paro hasta conseguirla. Con la lactancia fue diferente, estuve a punto de desistir, pero gracias a mis malasmadres y a las Ma-Cas (grupo de lactancia de Castelldefels) conseguí llevarlo adelante!
Un frenillo lingual tipo 3 sin diagnosticar ni en un hospital ni en un ambulatorio, un Síndrome de Raynaud después, mi hija sondada con un mes porque no cogía peso (100 gr en una semana) y muchos meses de pezonera, no hicieron que desistiera.
A veces me da por pensar y no entiendo como puede haber gente en la Sanidad que no se preocupe en reciclarse, en ampliar sus conocimientos sobre la lactancia, en que no se le caiga la cara de vergüenza en darte suplementación de una marca específica (normalmente la más cara), cuando se te cae la leche a chorros. Y que te digan a la cara sin ningún tipo de vergüenza: Es que tu leche no alimenta.
No señora!!!! Mi leche sí alimenta! Pero mi hija tiene un frenillo que ni dios ha sido capaz de diagnosticar! He tenido que ir a la eminencia del Dr. Luis Ruiz y el Dr. Carlos González para que me hiciesen caso y me diesen una solución a mis problemas.
Una solución que sobretodo no pasaba por suplementar. Me acuerdo perfectamente de la frase: Los que tienen vacas compran la leche en el supermercado? Pues lo mismo! Si tu hija no tiene fuerza para succionar, extraete tu leche con un sacaleches y dásela en un biberón!
Ahora puedo decir orgullosa que llevo 15 meses de lactancia, que los inicios fueron duros, que lloré como una magdalena, pero sobretodo puedo decir que lo primero que mi hija aprendió a decir fue: teta!
Por eso, quitado lo que la mayoría de gente ya sabe de que la OMS recomienda la lactancia prolongada, mi consejo es: la lactancia no duele, si duele, es porque hay un problema y si lo hay y de verdad quieres seguir adelante con el pecho, lucha! Lucha con todas tus fuerzas! porque posiblemente, te encontrarás por el camino a un montón de «profesionales» sanitarios que te dirán que tu leche no alimenta, que es agua, que tu bebé se queda con hambre…. Pero tu lucha merecerá la pena como ha merecido la mía y la de muchísimas madres más que conozco y no han dejado de luchar nunca.