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Tan intolerantes somos????

Lactancia Materna Vs Artificial

Con esta entrada puede que me gane muchos enemigos, o incluso muchos me den la razón, pero a veces me da la sensación de que nos quieren hacer creer que somos unos intolerantes. Voy a ver si me explico…

De un tiempo a esta parte, exactamente 16 meses y un día, tengo la sensación de que las mamas lactantes somos como una especie de talibanes de la teta, lo que las malesmares llamamos: tetalibanas. Parece que le queramos imponer al resto del mundo nuestra «creencia» en los beneficios de la teta, como si fuesemos una secta y dejaramos fuera de nuestro mundo a todo el que no ha podido dar el pecho.

Vamos a ver! (y voy a hablar por mi), yo siempre he defendido de que el pecho es para disfrutarlo, y cuando no se disfruta pues bienvenido sea el biberón, pero no me hagáis sentir mal porque yo sí haya dado el pecho y aún lo siga haciendo! Yo he conseguido salvar mi lactancia, pero no gracias a la ayuda divina, o porqué un día me levanté y todos mis problemas se habían solucionado… NO! Salve mi lactancia porqué insistí, me lo curré y no me rendí. Porqué mi hija no se quedaba con hambre, simplemente lloraba y se pasaba el día en el pecho porque estaba augmentando la producción, porqué mi leche sí alimenta, como lo hace la de cualquier otra madre, porqué no hace falta estar dentro de los percentiles con los que trabajan en la Seguridad Social ya que están hechos y calculados a base de niños de lactancia artificial, por mil cosas!

Tengo claro que hay un porcentaje muy pequeño de madre que no da el pecho «porque no quiere», al igual que sé que hay un porcentaje muy pequeño de «es que no tengo leche», más que nada porque todas, exceptuando un 10%, tenemos leche. Pero la culpa no es de esa madre que se ha quedado sin leche, que conste, la culpa es de ese pediatra, matrona o ginecólogo que no tiene ni idea de lactancia y que zanja el tema con un biberón.

Por eso, estoy cansada de ver en grupos de ayuda como, cuando una madre lactante tiene una duda, lo primero que se le contesta desde otras madres sea: DALE UN BIBERÓN! Eso sí! Te recomiendan hasta la marca! Pero vamos a ver, tiene una duda y quiere que se le de una solución a su lactancia, si quisiera darle el biberón ya lo habría hecho. Pero claro, cuando entras a ayudar, a intentar sacarle de dudas, a explicarle que su hijo no se queda con hambre, sino que está en la crisis de tal mes… es que eres una tetalibana y te desacreditan con la excusa de siempre: Yo no soy peor madre por no haberle dado pecho. ¿PERO ES QUÉ ALGUIEN HA DICHO ESO?

Cada uno es libre de hacer lo que quiera con su lactancia, con sus hijos y con su cuerpo, eso lo primero. E igual de sanos están los niños de biberón que los de pecho (no lo dudo), pero no intentéis darle la vuelta a la tortilla, tan intolerantes somos nosotras, las prolactancias, como vosotras, las probiberón.

No conseguiréis hacerme sentir mal por dar el pecho o, lo que es peor, por hacerme creer que sois malas madres por dar biberón, porque sois vosotras mismas, con ese papel de víctima, las que os autojuzgáis y os desacreditáis.

Y ahora…. que empiece el chorreo de críticas!

Lactancia materna… esa gran desconocida

Sé que no es el post que toca, sé que hace muchos meses que no escribo, sé que tocaba revivir el parto, pero ¿qué mejor época para hablar de la lactancia materna que la Semana Mundial de la Lactancia?

Yo tenía muy claro que quería dar el pecho, será defecto profesional, que trabajando donde trabajo, no hago más que oir de las bondades de la lactancia… o será tener a mi mejor amiga, con lactancia prolongada, viendo como los inicios fueron duros y consiguió sacarla adelante…. La cuestión es que tenía claro que quería dar el pecho.

No os engañéis, a las futuras mamás, no le tengáis miedo al parto! Tenedle miedo a la lactancia!!! Y no será porqué sea complicada o porqué lo hagáis mal… No!!! El problema, en el 99% de los casos, es la falta de apoyo en los hospitales y ambulatorios, y el desconocimiento de muchos pediatras y enfermeras!

Quien me conoce sabe que soy una persona muy constante, por no decir cabezona, pero cuando me propongo una cosa no paro hasta conseguirla. Con la lactancia fue diferente, estuve a punto de desistir, pero gracias a mis malasmadres y a las Ma-Cas (grupo de lactancia de Castelldefels) conseguí llevarlo adelante!

Un frenillo lingual tipo 3 sin diagnosticar ni en un hospital ni en un ambulatorio, un Síndrome de Raynaud después, mi hija sondada con un mes porque no cogía peso (100 gr en una semana) y muchos meses de pezonera, no hicieron que desistiera.

A veces me da por pensar y no entiendo como puede haber gente en la Sanidad que no se preocupe en reciclarse, en ampliar sus conocimientos sobre la lactancia, en que no se le caiga la cara de vergüenza en darte suplementación de una marca específica (normalmente la más cara), cuando se te cae la leche a chorros. Y que te digan a la cara sin ningún tipo de vergüenza: Es que tu leche no alimenta.

No señora!!!! Mi leche sí alimenta! Pero mi hija tiene un frenillo que ni dios ha sido capaz de diagnosticar! He tenido que ir a la eminencia del Dr. Luis Ruiz y el Dr. Carlos González para que me hiciesen caso y me diesen una solución a mis problemas.

Una solución que sobretodo no pasaba por suplementar. Me acuerdo perfectamente de la frase: Los que tienen vacas compran la leche en el supermercado? Pues lo mismo! Si tu hija no tiene fuerza para succionar, extraete tu leche con un sacaleches y dásela en un biberón!

Ahora puedo decir orgullosa que llevo 15 meses de lactancia, que los inicios fueron duros, que lloré como una magdalena, pero sobretodo puedo decir que lo primero que mi hija aprendió a decir fue: teta!

Por eso, quitado lo que la mayoría de gente ya sabe de que la OMS recomienda la lactancia prolongada, mi consejo es: la lactancia no duele, si duele, es porque hay un problema y si lo hay y de verdad quieres seguir adelante con el pecho, lucha! Lucha con todas tus fuerzas! porque posiblemente, te encontrarás por el camino a un montón de «profesionales» sanitarios que te dirán que tu leche no alimenta, que es agua, que tu bebé se queda con hambre…. Pero tu lucha merecerá la pena como ha merecido la mía y la de muchísimas madres más que conozco y no han dejado de luchar nunca.

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